lunes, 29 de diciembre de 2008

Londres 2012, Francisco Leiro


Francisco Leiro es uno  de los mayores artistas gallegos del momento. Hasta hace bien poco apenas conocía un par de obras que tiene en Vigo, pero debido a una galería santiaguesa he descubierto el mundo de este escultor de Cambados. 
La galeria SCQ tiene una muestra de cuatro grupos escultóricos de Leiro. Entre los que me gustaría destacar Londres 2012, una escultura en madera de chopo de más de 2 metros. Es una escultura clásica en sus formas ya que está formada por el canon de 7 cabezas y media de Policleto, aunque con la escala que el artistas quiso darle. Se representa en la posicion de un artista griego, tirando una lanza pero sostiene una televisión en la mano. Relaciona de esta forma el mundo de las olimpiadas griegas con las actuales, tan mediatizadas por los medios de comunicación. En esta crítica tabien influye el tamaño de la figura, colosal, atendiendo a esa idea de que las personas se hacen más grandes por la televisión. Además de todo esto el atleta no se representa sobre una calle normal de atletismo sino en uns alfombra roja, vinculando el mundo del atletismo con el des espectáculo; no como era en la antigüedad griega.
Además de esta composición hay algunas más, entre las que destacaría el conjunto de El Quijote; donde una vez más aflora la parte sarcástica de Leiro. Además, en todas sus muestras coloca una figura en la entrada para que sepamos la perspectiva desde la que debemos ver la exposición; en este caso era una figura de alrededor de medio metro de altura, con lo que no sentiriamos más abrumados aun con la figura de Londres 2012.

sábado, 13 de diciembre de 2008

La Galleria Borghese, Bernini y yo


Una de las primeras cosas que hicimos cuando por fin se perfiló nuestro viaje a Roma fue buscar museos en los que poder admirar in situ tantas y tantas obras estudiadas. Teniamos claro que no podia faltar la obligada visita al museo vaticano y al museo del capitolio (de los que hablaré en próximas publicaciones) pero enseguida surgió la posibilidad de ir a la Galleria Borghese. Este museo se encuentra en en norte de Roma, en una de las villas en las afueras de la gran ciudad. Hasta allí se puede llegar a través de una de las dos líneas de metro, posterior caminata entre un fabuloso jardin inglés. De repente vimos el edificio, señorial y sobrio; donde nada hace presagiar sus fabulosas estancias interiores. Creo que el precio de la entrada es escesivo(10.50 para estudiantes) pero sin duda merece la pena, además de la fabulosa decoración a base de frescos, ahí pudimos ver el algunas obras del gran artista del Barroco que hace que la objetividad que debo tener como futura historiadora del arte se desmorone: Bernini. No puedo evitar sentirme abrumada por todas y cada una de sus obras, su solidez, el tratamiento delicado y minucioso del mármol y sobre todo su forma de expresar los sentimientos. Ahí vi El rapto de Proserpina, su magnífico David y por supuesto a Apolo y Dafne. Todavía recuerdo cuando vi la escultura, allí, a lo lejos y me acerqué casi sin prestar atención a la Paulina Borguese de Canova.

El lugar donde se encuentra es sencillamente perfecto: bajo un gran fresco que narra tambien el mito de la escultura y donde no hay ninguna otra figura: solo Apolo y Dafne, unido por el irremediable destino de la mujer, que sufre al ver su destino. Recorrí una y otra vez su base, observando desde todos los puntos de vista el movimiento plasmado de forma magistral en unos palmos de mármol. 
Sin duda fue un sueño más cumplido, aquella escultura me había acompañado toda mi vida en los libros de texto y en los de arte que llegaban a mis manos y ahí la encontré, tan bella como siempre y tan real como nunca. 
Pero la Galleria Borghese no es solo escultura, es tambien una magnífica pinacoteca, donde cabería destacar obras de Caravaggio, Tiziano o Rafael, al lado de una muy interesante exposición temporal de Correggio.

Invito desde aquí a visitar este pequeño gran museo romano, que rebosa arte y que hace sus visitantes conozcan otra Roma, alejada de bullicios y aglomeraciones; es una forma de alejarse de lo "tradicional" pero al mismo tiempo sin salir de él.


jueves, 4 de diciembre de 2008

El Renacimiento español a través del San Jerónimo de Pietro Torrigiano

Sin duda este año está siendo muy intenso, sobre todo por los trabajos, bastante abundantes por cierto. Esta semana nos tocó presentar para Arte Español una escultura renacentista española. El San Jerónimo de Torrigiano fue la escultura elegida, hecha ca. 1525 en barro policromado para el monasterio de los Jerónimos de Sevilla y se representa de rodillas con una cruz en una mano y una piedra para fustigarse por sus pecados en la otra. Mis dos compañeros hablaron del autor y la iconografía respectivamente y yo me centré en un tema no menos interesante: Los artistas españoles en el Renacimiento español.

Los prinicipales factores por los que se introduce el Renacimiento en la Península son:
- La corte, que comienza a concebirse como un lugar de perfección, equlibrio; un sitio para el cultivo de las artes y las letras. Además atravesaba un periodo de bonanza económica gracias a las riquezas procedentes de América y con ellas se quería dar la idea de lujo y ostentación.
- Familias nobles, con un gran poder político y cultural, el cual usan como instrumento de poder. Destacan los Mendoza y los Fonseca.
- Relación España-Italia. El reino español poseía Nápoles y el Milanesado en la península Itálica, además en Roma se habían celebrado las consecuencias de la Reconquista de Granada y no hay que olvidar que España había pratrocinado construcciones en Roma como el templete de San Pietro in Montorio.
En cuanto a los artistas renacentistas en España tendrán que adaptarse, en un primer momento a los dictados de los nobles, que imponen todavía el Gótico y se sienten reacios a los cambios.  Diferenciamos dos tipos:
- Artistas españoles que estudian en Italia y regresan para traer el nuevo estilo (Pedro de Berruguete o Pedro Machuca)
- Artistas nativos italianos que vienen a España bien llamados por la corte o atraídos por las riquezas del Reino español. Hicieron llegar a España la pluralidad de modelos que había en Italia en la época.

Como curiosidad solo destacar que este escultor, que trabajó por toda Europa fue, según Vasari, el encargado de romperle la nariz a Miguel Ángel. Morirá acusado de herejía por la Inquisición en Sevilla en 1528.